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En la dirección correcta

La cumbre C40 llegó a su fin el viernes 21 de octubre y nos dejó algunos temas en que pensar. Comenzaremos con la frase del Jefe de Gobierno de CABA, anfitrión de esta última edición: “sin financiamiento no hay acción climática”. No puede ser más cierto..

Esto nos lleva a pensar en otra cuestión, no menos importante, y es: ¿cómo se consigue este financiamiento? y ¿es suficiente lo que se consigue? Los tres días de cumbre nos mostraron que la colaboración público-privada es esencial para conseguir recursos y los bancos y entidades de crédito, como el BID o el Banco Mundial, son agentes clave, facilitadores de todo lo concerniente a la lucha contra el cambio climático. Por lo que se vio en la cumbre estas entidades están cada vez más comprometidas con esta causa. Para poner un ejemplo, el 70% de las inversiones de la Corporación Financiera Internacional, dependiente del Banco Mundial, estuvieron destinadas a proyectos de eficiencia energética. Otro ejemplo: todas las operaciones del BID están alineadas con el Acuerdo de París. Y para finalizar con esta cuestión financiera, cabe destacar el aporte de Christian Asinelli, Vicepresidente corporativo del CAF (Banco de Desarrollo de América Latina), quien anunció haber alcanzado un patrimonio de 7 mil millones de dólares, permitiéndoles aumentar su cartera de inversiones vinculadas a la agenda climática, transformándose así en una especie de “Banco Verde”. El mandato que recibieron de los distintos gobiernos que apoyaron el incremento patrimonial fue convertirse en aliados estratégicos de las ciudades, para garantizar las políticas públicas que estén desarrollando. Asinelli hizo especial énfasis en la articulación eficiente de recursos y la cooperación de los distintos organismos para maximizar el impacto ambiental de las acciones financiadas por los distintos bancos de desarrollo.

Las ciudades son actores clave para articular lo financiero y lo social. Las que forman parte del C40 representan a cientos de millones de personas y a una cuarta parte de la economía global. Es esperanzador que sean sus representantes, alcaldes y alcaldesas,  los que están luchando activamente por reducir las emisiones de carbono y mantener la temperatura global en 1,5°. El compromiso acordado durante la cumbre fue, además, dirigido a lo social, ya que se anunció la creación de 50 millones de puestos de trabajos verdes, garantizando salarios dignos reales y estándares laborales decentes. Estos trabajos verdes contribuirán a preservar y restaurar el medio ambiente, ya sea en sectores emergentes como las energías renovables o desde sectores tradicionales como la construcción, donde se haría más foco en los procesos para garantizar el cuidado del medio ambiente. Estos empleos verdes contribuirán a crear comunidades más sanas, con economías rejuvenecidas y un menor desempleo. 

En el Panel: “Acelerar la Acción Climática de las Ciudades” se recalcó que la agenda climática tiene que pasar por lo social. Tal como establece el Green Deal o Acuerdo Verde la transición ecológica debe darse “sin dejar a nadie atrás”. El objetivo último de todo esto tiene que ser el mejorar la calidad de vida de las personas. De lo contrario, ninguna acción tendría sentido. Y es por ello que la acción de los alcaldes es tan importante en este sentido, ya que ellos deben ser los principales responsables de conseguir el financiamiento en primer lugar y garantizar que esas acciones realizadas con el financiamiento conseguido impacten directamente en la calidad de vida de los ciudadanos que tienen a su cargo.

Por último, pero no menos importante, mencionar la cooperación internacional en lo que refiere también a tecnología y conocimiento. Durante la cumbre se anunció un convenio bilateral entre Copenhague y la Ciudad de Buenos Aires, en el cual la ciudad danesa se comprometió a transferir conocimiento, enviando el equipamiento necesario y personal experto para su puesta en marcha, de este modo se enseñará a reducir el consumo energético en los edificios públicos. La alcaldesa de Copenhague contó en su disertación cómo habían logrado reducir el consumo de energía eléctrica en todos los edificios públicos gracias al monitoreo digital de la energía utilizada y esto les permitió, entre otras cosas, mejorar la eficiencia energética y reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

La cuestión ambiental es un desafío muy complejo como para abordarlo aisladamente. Mientras sigamos en esta dirección, que es la de la cooperación público-privada e internacional, el compromiso de gobiernos y del sec, es posible que encontremos la salida. Por definición, todo laberinto tiene una salida y no hay cosa que el ser humano no haya podido resolver cuando se lo propone con seriedad y aúna esfuerzos para cumplir con la misión. Esto no es solo una mirada ingenua del mundo. Es el único camino de salida que tenemos, si queremos que nuestra especie sobreviva y prospere.  

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